Te soñé y se me olvidó preguntar

¿Cuántos atardeceres nos hemos perdido?
¿Cuántas noches de luna desperdiciadas?
¿Cuántos festivales de estrellas se han fundido?
¿Cuántas mariposas están replegadas a mi ombligo?

¿Cuantas lagunas se han secado?
¿Cuántos susurros te han rozado?
¿Cuántos otoños le has guardado al olvido?
¿Cuántos tic-tac del reloj has mordido?

¿Cuántos estrechos has cruzado?
¿Cuantas manías has adoptado?
¿Cuántas mejillas has besado?
¿Cuántos corazones has gobernado?

¿Cuántas gotas de lluvia tiene tu abrigo?
¿Todavía cantas mientras sueñas conmigo?
¿Cuántas melodías han pasado por tu oído?
¿Todavía te sonrojas cuando te besan con delirio?

¿Cuánto tiempo me has extrañado?
¿Siguen siendo hermosos tus desaires al destino?
¿Sigues mirando al centro de mi alma como
Lo hacías cada vez que besaba tu piel porcelánica?

O ¿ya todo es polvo al viento y agua al fuego?
¡Ya sé! ¿Me tengo que preparar a tu olvido?
O ¿reirás y me dirás que merezco otra oportunidad?
¡No más! Que tu indiferencia ha frenado mi tormento.

SOY LA ARAUCARIA

Soy la araucaria firme y desaliñada
Triste e inmaculada
Llorando piñones secos y respirando
Alucinaciones de adobe

Me aferro firme a ti
Tierra fértil, amiga agria y desmaterializada
Ya que en tus vastas praderas
He encontrado sabiduría y confianza

Soy la araucaria firme y equiparada
Descanso descalza ante el cielo
Y dejo que los mosquitos plumíferos
Acomoden su vida cotidiana

Me duele oler humo en el horizonte
Mas sino es gas agrio
Que sale de ese pequeño remolque
Y hace llorar a mis hijos que viven asustados en el monte

Me angustian los aullidos
De estas maquinarias infernales
Que dispersan a mis mosquitos
Y reprime a mis habitantes

Estoy cansada y llevo siglos escuchando sermones
De indígenas enfermos de represión
Sedientos de libertad y armados de justicia
Pidiendo a gritos que no los incluyan
Sino comprendan sus delirios

Si así mismo, que comprendan
Lo doloroso que es dejar en el olvido
A todos esos jóvenes, madres y niños
Que ahora escupen tierra
Y que antes tragaban trigo.

Oda desesperada a mi perla maulina

Desde la distancia te escribo
Mi hermosa perla marina
Ciudad de gaviotas esbeltas,
Bahía maulina.
Tierra de ingratos hijos
Quienes lucran tu hermosura
Te aman, te adoran y a la vez te marginan.

Lo más hermoso de extrañarte,
Es la emoción de volver a encontrarte
Ya que en mis pensamientos torcidos
Es claramente difícil imaginarte
Sin tu atardecer abrumante.

Preciosa brisa matinal
Tan suave y elegante
Solo en tres segundos me cautivas al instante
Con tus húmedas y frías manos
Recuerdo tu hermosa e inolvidable anatomía

Tan eterno recuerdo tengo
De esas tardes ardientes
En donde el sol pegaba fuerte
De los pies hasta mi mente

Pues claro, si del Mutrún al Cerro de Arena
Proteges tan bien y fielmente
Una frágil pradera, la cual nunca olvida
Que en tus manos descansa la única alternativa
De tu pureza definitiva.

LA TONTERA TONTA

La verdad es verdadera
La mentira, mentirosa
La vanidad, vanidosa
El deseo, deseable

¿y porqué la tontera tonta?
Se mofan de ella al ser benevolente,
Simpática, paciente e inocente
Si lo único que hace es pensar en su gente

Si la verdad fuera mentirosa
El deseo, vanidoso
La razón, incoherente
Y la generosidad, egoísta

La tontera gobernaría con su paciencia,
Su carisma e inocencia,
Encarcelaría al castigo
Y decapitaría a la inconciencia