domingo, 20 de julio de 2008

Le clavel non eternus!

Soy un clavel agónico
Con torrentes sanguíneos ásperos
Retocados con una suave
Mancha de apatía brumal

El mismo tallo repulsivo
Y ancho placer tácito
Frío y carnoso con un tacto impulsivo y poco claro
Y a la vez verdugo como pasto, loco y rebelde
Como solía ser cuando cabro.

Estoy alejándome de una realidad
Poco agravante y gradualmente implacable
Como si gotas de ácido
Deshojaran mi tierna frente

Hermanas flores me despido,
Desde manos cansadas de llorar las penas
Y secar lagos desbordantes de luceros longevos;

Mientras caigo abruptamente a pozos
De tierra dura y rocosa
Acompañando a una caja grande
Llena de sueños cumplidos.

Enseguida la tierra nos cubre
Y el silencio se va apoderando lentamente
De nuestros agudos audífonos.

Me despido bellas fraternas, ya que he cumplido
Espero despertar para contarles a los ángeles bellos
Las delicias del banquete celestial que los aguarda,
¡Vengan que esta cena esta llena de conocidos simpáticos!

2 comentarios:

Charlie dijo...

Muy buena poesía, realmente ha despertado mi admiración. Fue un gusto haber leído tus estrofas; espero que sigas así. ¡Saludos!

Tormenta dijo...

Me encantas mi chapita... estás tan grande... a lo que con letras respecta.
Te admiro mucho, que rico es saber que has crecido tanto.
Te quiero un montón amigo mío.