Soy un clavel agónico
Con torrentes sanguíneos ásperos
Retocados con una suave
Mancha de apatía brumal
El mismo tallo repulsivo
Y ancho placer tácito
Frío y carnoso con un tacto impulsivo y poco claro
Y a la vez verdugo como pasto, loco y rebelde
Como solía ser cuando cabro.
Estoy alejándome de una realidad
Poco agravante y gradualmente implacable
Como si gotas de ácido
Deshojaran mi tierna frente
Hermanas flores me despido,
Desde manos cansadas de llorar las penas
Y secar lagos desbordantes de luceros longevos;
Mientras caigo abruptamente a pozos
De tierra dura y rocosa
Acompañando a una caja grande
Llena de sueños cumplidos.
Enseguida la tierra nos cubre
Y el silencio se va apoderando lentamente
De nuestros agudos audífonos.
Me despido bellas fraternas, ya que he cumplido
Espero despertar para contarles a los ángeles bellos
Las delicias del banquete celestial que los aguarda,
¡Vengan que esta cena esta llena de conocidos simpáticos!
domingo, 20 de julio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Muy buena poesía, realmente ha despertado mi admiración. Fue un gusto haber leído tus estrofas; espero que sigas así. ¡Saludos!
Me encantas mi chapita... estás tan grande... a lo que con letras respecta.
Te admiro mucho, que rico es saber que has crecido tanto.
Te quiero un montón amigo mío.
Publicar un comentario