Herminia.

Ese último día de marzo, en que te besé la mejilla,
No pensé que fuera el último día en verte
Tú, tan tranquila, tan sumisa y siempre linda me decías
Me despido de usted porque tal vez no lo vuelva a ver
Yo tímido te respondía, espéreme un poquito que voy y vuelvo.

Hoy, ya te he llorado toda mi tristeza pero no es de pena
Sino alegría, nos diste unos padres preciosos
Honrados y justos que te recordarán como el primer día
En que te vieron esos ojos de pureza y simpatía

Me mostraste todo el sur de Chile sin siquiera viajar
Todo lo que me dijiste que estaba, ahí su lugar justo se encontraba.

Abraza a tu marido, dile que nos cuide y que de menos le echamos
Celebra con tus consuegros el regocijo de tus bisnietos
Y descansa en la paz y tranquilidad que te mereces, hermosa ternura
No nos dejaste tu aroma, pero pintaste nuestros corazones de alegria

Te vamos a extrañar como te amamos, No te vamos a olvidar
Menos igualar porque eres la única que mi alma hizo llorar.
Espérame con empanadas, sí esas de pino que me gustaban
Espérame por favor en tu jardín celestial que quiero regar.

Adiós girasol de jardines perfectos
Adiós manantial fino de gotas de cristal
Adiós aire puro de montañas andinas
Hasta pronto, racimo infinito de belleza jovial.